lunes, 27 de agosto de 2007

Seguimos en combate hasta la Victoria Siempre


Hoy no voy a publicar un trabajo escrito por mí, hoy es mi cumpleaños. Mientras les escribo mis amigos que están lejos asaltan con sus llamadas mi teléfono, bloquean mi e–mail con cientos de correos y saturan mi móvil de mensajes, los amigos que tengo más cerca me mantienen despierto desde la noche de ayer, celebrando el cumpleaños de mi madre –ayer - y el mío – hoy - .

Pero pese en medio de la alegría por un año más, me detengo y hago recuento, aun mueren inocentes, aun permanece el odio desangra a la paz, aun sobre vive el tirano en la Casa Blanca. No me creo que yo solo haga la diferencia, no creo que yo sólo pueda construir la alegría o un fututo mejor, pero como nos enseño el Che en la lucha no se puede reposar, no se le puede dar descanso al enemigo “….Al enemigo ni tantito así…”

Por esa razón, y en vista de las últimas declaraciones del presidente asesino Bush sobre el aumento del número de tropas de los Estados Unidos en Irak, les dejo un trabajo publicado el pasado 24 de agosto de 2007 por Tom Engelhardt y que en el idioma simple de las estadística muestra lo que 4 años, cientos de miles de hombres, más 758 millones de dólares han significado para Irak y para la lucha contra el terrorismo por la democracia.

La batalla por un Mundo Mejor continua, la batalla por la libertad no se detiene. Nos vemos pronto:

Hasta la Victoria Siempre.

Ciudad de la Habana, Cuba.

27 de agosto de 2007

J.D.G. (Manu)


La escalada en Iraq en cifras

Tom Engelhardt
tomdispatch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

No cabe duda de que algún día descubriremos que el término "oleada" – como en el plan de "oleada" del presidente (o el "nuevo camino adelante") anunciado a EE.UU. en enero – resultaba de la necesidad de evitar el lenguaje (y la experiencia) de la era de Vietnam. Así como no debía haber "bolsas para cadáveres" (o cámaras que las filmaran cuando los muertos volvieran a casa), tampoco debía haber "recuentos de víctimas" ("Hemos hecho un esfuerzo consciente por no ser un equipo de recuentos de víctimas" fue la manera como lo formuló el presidente) así como no habría "cenagales," ni la necesidad de buscar esa"luz al final del túnel," así como, con toda seguridad, no debía haber "escaladas."

Las escaladas de la era de Vietnam, que llegaron a más de 500.000 soldados estadounidenses, a amplias bases y a un masivo poderío aéreo y naval dentro y alrededor de Vietnam (Laos, y Camboya), quedaron enteramente desacreditadas. Cada intensificación en la llegada de tropas, o simplemente en las campañas de bombardeo en constante aumento, condujeron sólo a más miseria y muerte para los vietnamitas y al desastre para EE.UU. Y sin embargo, lo que no sorprende, la experiencia estadounidense en Iraq – otro intento de ocupación de un país y de una cultura extranjera – ha sido como un misil guiado por el calor para los recuerdos estadounidenses aún ardientes de Vietnam.

Como señalara a comienzos de abril de 2003 la historiadora Marilyn Young cuando apenas comenzaba la invasión de Iraq: "En menos de dos semanas, ha vuelto un vocabulario de hace 30 años: problema de credibilidad, búsqueda y destrucción, difícil distinguir al amigo del enemigo, interferencia civil en los asuntos militares, la dominación de la política interior, la victoria, o más a menudo, perder los corazones y las mentes." Al llegar agosto de 2003, el gobierno de Bush, por cierto, esperaba que sólo quedaran en Iraq unos 30.000 soldados estadounidenses, estacionados en vastas bases "duraderas" en un país pacificado. De modo que, de cierto modo, ha sido desde entonces un ‘oleadatón.’Ahora ya pasó la hora de calificar el "nuevo camino adelante" del presidente como a su equivalente vietnamita. Hay que reconocer que una "oleada" suena mucho más reconfortante, menos agresiva, menos duradera, y de cierto modo menos dañina que una "escalada," pero el hecho es que ya han pasado seis meses desde la última escalada del poder estadounidense en Iraq. También es indudable que ha llevado allí cantidades de soldados, así como aviones y poder de fuego dentro y alrededor de ese país insuperadas desde la invasión de 2003. Y es demasiado natural que hayan seguido otros "picos" más atroces.

En septiembre, el general David Petraeus, comandante de nuestra escalada en Iraq, y Ryan Crocker, el embajador de nuestra escalada en ese país, presentarán su "informe sobre el progreso" al Congreso. ("Progreso" fue otra palabra favorita en los pronunciamientos oficiales estadounidenses de la era de Vietnam.) El nombre en sí dice más o menos lo que se puede esperar. El informe ya ha sido reducido a una "instantánea" de una serie de operaciones continuas, que no debieran ser juzgadas o evaluadas seriamente hasta por lo menos noviembre, o tal vez hasta comienzos de 2008, o...

Teniendo eso en consideración, lo que sigue es un segundo informe "según las cifras" de Tomdispatch sobre Iraq. Considérenlo como un intento de poner en perspectiva el cenagal junto con la pesadilla iraquí – dos palabras clásicas de la era de Vietnam.

Sólo se puede confiar en pocas cifras provenientes de Iraq. Una cuenta exacta entre la confusión, el caos, y el derramamiento de sangre, bajo una ocupación que fracasa, en un país que carece esencialmente de un gobierno central, en un paisaje mediático estadounidense que sigue mareado por la manipulación interminable del gobierno Bush y sus comandantes militares, es probablemente casi imposible. Pero por aproximadas que sean las cifras que siguen, ofrecen un cuadro demasiado vívido de lo que desencadenó la invasión tan deseada por el presidente. Ningún país podría sufrir un desarraigo, destrucción, muerte, pérdida y privaciones, y seguir colectivamente sano.

Los funcionarios civiles y militares estadounidenses hablan ahora de permanecer en Iraq hasta fines de 2008 o 2009, o en la década siguiente, o por períodos indefinidos pero cada vez más largos. Y a pesar de ello Iraq (según las cifras) ha sido un tiro por la culata mes tras mes, año tras año, durante más de cuatro años. Nunca hubo motivos para creer que la última escalada – o alguna futura escalada, llámesela como sea, realizada a través de los militares de EE.UU. o mediante un creciente ejército fantasma de mercenarios empleados por firmas privadas de seguridad – podría lograr de algo que no sea acelerar el ritmo de ese fracaso. Así que imaginemos lo que será Iraq según las cifras en 2008 o 2009, en vista de la clara determinación de los "pensadores estratégicos" del gobierno de Bush, de ocupar ese país hasta el futuro lejano.

Esta es, por lo tanto, la escalada en Iraq en cifras – casi todas continúan creciendo con la "oleada" – desde mediados de agosto de 2008:

Cantidad de soldados estadounidenses estacionados en Iraq: 162.000 (más por lo menos varios miles de empleados del gobierno) la cifra más alta hasta ahora.

Cantidad estimada de contratistas privados pagados por [los contribuyentes de] EE.UU.: De nuevo más de 180.000, indudablemente la cifra más alta de todos los tiempos. Esa cifra incluye a aproximadamente a 21.000 estadounidenses, 43.000 contratistas extranjeros no iraquíes (incluyendo a chilenos, nepaleses, colombianos, indios, fijanos, salvadoreños y filipinos, entre otros), y 118.000 iraquíes, pero no incluyen un recuento total de "contratistas privados de seguridad que protegen a funcionarios y edificios gubernamentales," según cifras del Departamento de Estado y del Pentágono obtenidas por Los Angeles Times.

Porcentaje de contratistas privados en las fuerzas totales de EE.UU. desplegados en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea: entre un 3 y un 5%, según el testimonio ante el Congreso del abogado de derechos humanos Scott Horton. En Vietnam y en la Primera Guerra del Golfo, esa cifra llegó a un 10%. Ahora es por lo menos cerca de un 50%.

Cantidad de compañías privadas que trabajan en Iraq con contratos del gobierno de EE.UU.: 630, con personal de más de 100 países, según Jeremy Scahill, autor del éxito de ventas "Blackwater, The Rise of the World's Most Powerful Mercenary Army."

Salario típico de un ex soldado de las Fuerzas Especiales de EE.UU. que trabaja para una compañía privada de seguridad: 650 dólares al día, según Scahill, "después de que la compañía toma su parte." Esa suma, sin embargo, puede llegar a 1.000 dólares al día.

Cantidad de camiones en la ruta cada día como parte de la operación de resuministro de EE.UU. en Iraq: 3.000

Cantidad de ataques desde junio de 2006 a mayo de 2007 contra convoyes de suministro de EE.UU. protegidos por contratistas privados de seguridad: 869, cerca el triple de los doce meses anteriores.

Cantidad de contratistas privados que han muerto en Iraq: Más de 1.000, según el Departamento del Trabajo de EE.UU., basado en cifras parciales porque las compañías privadas no tienen que declarar sus muertos en la guerra.

Costo pronosticado de una oleada de 21.500 soldados estadounidenses hacia Iraq, según los cálculos de la Casa Blanca en enero de 2007: 5.600 millones de dólares, cifra presentada el mes en el que se anunció la estrategia de la oleada del presidente.

Costo pronosticado de una oleada de un año de 30.000 a 40.000 soldados, según Robert Sunshine, director adjunto de análisis presupuestario de la Oficina Presupuestaria del Congreso, no partidaria: 22.000 millones de dólares (dos años con un rebaja a 40.000 millones). Estas cifras fueron presentadas en un testimonio ante el Congreso cinco meses después de que fuera lanzada oficialmente la oleada del presidente.

Porcentaje de dólares asignados anualmente por el gobierno de EE.UU. y gastados en actividades relacionadas con Iraq: Más de un 10%, o sea un dólar de cada 10, según Sunshine de CBO.

Costo mensual estimado de las guerras de Iraq (y Afganistán): 12.000 millones de dólares – 10.000 millones para Iraq – un tercio más que en 2006, según el Servicio no-partidario de Estudios Legislativos.

Costo total estimado de la Guerra de Iraq, si tiene lugar la "previsión optimista" de Robert Sunshine – 30.000 soldados de EE.UU. pertenecen en Iraq en 2010: Más de

1.000.000.000.000 de dólares. (Si su previsión menos optimista es exacta – 75.000 soldados en 2010 – más cerca de 1.500.000.000.000.)

Cantidad de iraquíes que se estima han huido de su país: Entre 2 millones y 2,5 millones. Unos 750.000 a Jordania, 1,5 millones a Siria, 200.000 a Egipto y Líbano – y entre 40.000 y 50.000 huyen cada mes, 2.000 al día, según cifras de la ONU. Funcionarios de la oficina central de viajes en Bagdad son inundados por hasta 3.000 solicitudes de pasaportes por semana. Además, aunque es una incógnita, puede ser que más de dos millones de iraquíes sean ahora refugiados internos, desarraigados de sus hogares en gran parte por la violencia sectaria y la limpieza étnica. Aproximadamente un 70% de estos son mujeres y niños, según la UNICEF.

Cantidad de refugiados iraquíes admitidos a EE.UU. en julio: 57; sólo 133 en lo que va de año.

Cantidad de iraquíes retenidos en prisiones estadounidenses en Iraq: Unos 22.500, según funcionarios militares de EE.UU., un salto al nivel insuperado hasta ahora de 16.000 en febrero cuando comenzó la oleada. (Las prisiones estadounidenses en Iraq también siguen siendo expandidas.)

Cantidad de iraquíes liberados del encarcelamiento estadounidense en el pasado mes: 224.

Cantidad de combatientes extranjeros (yihadistas) retenidos por los militares de EE.UU. en Iraq: 135 (casi la mitad son saudíes).

Cantidad estimada de balas disparadas por soldados de EE.UU. por cada insurgente muerto en Iraq (o Afganistán) 250.000, según John Pike, director del grupo de investigación militar en Washington GlobalSecurity.org. Esto asciende a 1.800 millones de munición para armas pequeñas por año. Como las fábricas de munición de EE.UU. no pueden satisfacer la demanda, 313 millones de balas de esas municiones fueron compradas a Israel el año pasado por 10 millones de dólares más que si fueran producidas en el interior de EE.UU.

Porcentaje de amputaciones realizadas a heridos de guerra de EE.UU. en Iraq: Se estima que es un 6%. El promedio en conflictos anteriores de EE.UU., donde los equivalentes de Artefactos Explosivos Improvisados y coches bomba no jugaron un papel semejante, fue de un 3%.

Estimación de la cantidad de prótesis de extremidades necesitadas al año sólo para iraquíes en el norte de Iraq: 3.000 según la Sociedad de la Media Luna Roja y el director general de servicios sanitarios en Mosul. (A diferencia de los soldados estadounidenses, los iraquíes que han perdido extremidades sólo tienen acceso a cantidades limitadas de prótesis anticuadas.)

Costo de un ataúd en Bagdad: Entre 50 y 75 dólares. Costo de un ataúd en tiempos de Sadam Husein: entre 5 y 10 dólares.

Cantidad de civiles iraquíes que murieron en julio de 2007: 1.652, según cifras compiladas por los ministerios iraquíes de Salud, Defensa, e Interior; 2.024 según la cuenta de Associated Press; 1.539 según el Washington Post. Todos, con la excepción del Post afirman que se trata de un "pico" en la cantidad de víctimas. Es seguro que semejantes cifras constituyen, por una serie de razones, recuentos considerablemente inferiores a la realidad.

Cantidad aproximada de civiles estadounidenses que habrían muerto en julio si un nivel semejante de muertes ocurriera en EE.UU.: 18.000, según el experto en Oriente Próximo Juan Cole.

Estimación de las muertes iraquíes desde la invasión de 2003 hasta junio de 2007, si la cifra promedio de 655.000 de The Lancet fue exacta y tasas de muertes similares valieran para el año pasado desde su publicación: Algo por sobre un millón, según Just Foreign Policy. (El estudio de The Lancet ha sido el único informe científico en el terreno sobre las víctimas iraquíes en estos años.)

Cantidad de civiles iraquíes muertos en julio en ataques con bombas con víctimas masivas: 378, un aumento brusco respecto a junio, según el Washington Post. Los cinco meses de oleada de EE.UU. no han causado "un cambio apreciable" en los ataques con vehículos-bomba, según cifras reunidas por reporteros de los periódicos McClatchy.

Cantidad de cuerpos no identificados, presuntamente asesinados por escuadrones de la muerte, encontrados en las calles de Bagdad en junio de 2007: 453, un aumento de un 41% respecto a enero de 2007, el mes antes del comienzo de las operaciones de la oleada, según estadísticas extraoficiales del Ministerio de Salud iraquí tomadas de recuentos en las morgues.

Cantidad de civiles iraquíes muertos o heridos en incidentes de "escalada de fuerza" en puntos de control estadounidenses o cerca de patrullas y convoyes estadounidenses en el pasado año: 429, según estadísticas militares de EE.UU. obtenidas por los periódicos McClatchy. Estas estadísticas, que tuvieron un "pico" durante los recientes meses de escalada, no incluyen muertes civiles durante incursiones en casas o en medio de batallas (y en todo caso son consideradas incompletas, ya que una cantidad desconocida de muertes de la escalada de fuerza no son mencionadas por las unidades de EE.UU.).

Número total de ataques contra fuerzas de EE.UU. y de la coalición, fuerzas de seguridad iraquíes, civiles iraquíes, y objetivos de la infraestructura en junio de 2007: 5.335. Esto significa un promedio diario de 177,8, la cantidad más elevada desde mayo de 2003, según el Pentágono, y un 46% más que en junio de 2006; más de un 68% de estos ataques – 3.671 para ser exactos – fueron lanzados contra tropas de EE.UU., un aumento de un 7% desde mayo de 2007.

Número de ataques en julio de 2007 utilizando el tipo más poderoso de bomba al borde de la ruta: 99, la suma más elevada hasta ahora, según el teniente general Ray Odierno, número dos de EE.UU. en Iraq, y representa un tercio de las víctimas estadounidenses de ese mes.

Número de muertes militares estadounidenses en los meses de la oleada, febrero a julio de 2007: 572, según el sitio en la red Iraq Coalition Casualties. Esto representa un incremento de 189 muertes estadounidenses en comparación con los mismos meses en 2004, 215 más que en 2005, 237 más que en 2006.

Temperatura diaria promedio en verano en Bagdad: 43 a 49 grados C, aunque 54 grados C no es poco común. Raramente baja a menos de 38 grados, incluso de noche.

Cantidad de megavatios de electricidad producidos diariamente en Iraq: Menos de 4.000 megavatios, bajo los niveles anteriores a la invasión en un país en el que la demanda diaria actual es de entre 8.500 y 9.500.

Horas de electricidad suministradas normalmente a los bagdadíes por la red nacional de electricidad: 1 a 2 horas al día. El único recurso, según la periodista francesa Anne Nivat, que vivió recientemente en la "zona roja" de Bagdad, es electricidad producida por pequeños generadores locales, que consumen hasta 76 litros de gasolina por día.

Cantidad de apagones nacionales en sólo dos días en julio de 2007: 4. La ciudad sagrada chií de Karbala estuvo sin electricidad alguna durante por lo menos 3 días consecutivos en julio, durante los cuales su suministro de agua potable "se secó." ("‘Ya no necesitamos documentales en la televisión sobre la Edad de Piedra. Realmente vivimos en ella. Estamos en peligro constante por el agua sucia y la comida podrida que consumimos,’ dijo Hazim Obeid, que vende ropa en un puesto en el mercado de Karbala.")

Costo de una botella de agua purificada durante la actual escasez de agua: 1,60 dólares por una botella de 10 litros, un aumento de un 33%. (Muchos iraquíes no se pueden permitir la compra de agua embotellada en un país en el que, según un reciente resumen de un estudio de Oxfam de la crisis humanitaria iraquí, un 43% de los iraquíes vive en la "pobreza absoluta," ganando menos de un dólar al día.)

Porcentaje de ingenieros de aguas que han abandonado Iraq: 40%, según el informe de Oxfam. Un porcentaje similar de profesionales de clase media – doctores, maestros, abogados – evidentemente también han huido. Según Oxfam, algunas universidades y hospitales en Bagdad han perdido un 80% de su personal.

Cantidad de iraquíes que tienen acceso a agua potable limpia: 1 de 3, según cifras de la ONU. (En 2007, enfermedades transmitidas por el agua, incluyendo la diarrea, "el asesino más prolífico de niños bajo los 5 años," han aumentado en un 70% en algunas áreas durante el año anterior.) De los 3,5 millones de metros cúbicos de agua que se estima necesitan los seis millones de habitantes de Bagdad, la cantidad realmente entregada es de 2,1 millones de metros cúbicos.

Cantidad de líneas de alta tensión en funcionamiento que llegan a Bagdad: 2 de 17, debido al sabotaje insurgente, según un portavoz del Ministerio de Electricidad. Esto contribuye a la peor escasez de electricidad desde la invasión en el verano de 2003. Se informa que la red eléctrica del país está cerca del colapso.

Cantidad de ministros que siguen en el gabinete del primer ministro Nuri al-Maliki: 20.

Cantidad de ministros que se han ido: 17.

Cantidad de altos oficiales que han renunciado recientemente al Ejército Iraquí en protesta contra el gobierno Maliki: 9, incluyendo al jefe del Estado Mayor, general Babaker Zebari.

Cantidad de países a los que han ido parlamentarios iraquíes, que suspendieron su labor para tomar vacaciones de un mes en agosto: Por lo menos seis, según el New York Times, incluyendo a Jordania, Siria, Dubai, Irán, Gran Bretaña, y Egipto, así como a un "balneario en la región más segura de Iraq: el Kurdistán autónomo."

Costo estimado por minuto de esas vacaciones para EE.UU. en las actuales operaciones en Iraq: 200.000 dólares, según Bob Schieffer de CBS News.

Cantidad de petróleo que posee Iraq: 115.000 millones de barriles en reservas petrolíferas probadas, las terceras por su tamaño en el mundo (después de la vecina Arabia Saudí e Irán). Cálculos de posibles depósitos de petróleo que aún no han sido descubiertos varían entre 45.000 millones de barriles adicionales hasta 400.000 millones de barriles adicionales.

Precio de 40 galones de gasolina bajo Sadam Husein: 50 centavos de dólar.

Precio de 40 galones de gasolina en julio de 2007: 75 dólares en el mercado negro; 35 dólares si un conductor está dispuesto a pasar horas, o incluso días enteros en una fila en una gasolinera.

Porcentaje de los ingresos de Iraq que provienen de la exportación de petróleo: Más de un 90%, aunque la producción de petróleo sigue estando por debajo de la de los peores días del régimen de Sadam Husein.

Cantidad que el Ministerio Iraquí del Petróleo presupuestó para inversión de capital para reforzar la industria petrolera el año pasado: 3.500 millones de dólares, según el último informe del Inspector General Especial de EE.UU. para la Reconstrucción de Iraq.

Cantidad realmente gastada por el Ministerio Iraquí del Petróleo: 90 millones de dólares.

Porcentaje de fondos de capital asignados gastados por el gobierno iraquí en proyectos petroleros, energéticos y educacionales en 2006: 22%.

Cantidad de dinero que falta debido a la corrupción gubernamental, según lo revelado por el máximo investigador contra la corrupción de Iraq, el juez Rahdi al Rahdi: 11.000 millones de dólares.

Cantidad de dólares invertidos en entrenamiento de militares y policías iraquíes: 19.200 millones de dólares. Esto representa 55.000 dólares por recluta iraquí, según una investigación bipartidaria del Congreso de EE.UU.

Monto que el Pentágono ha solicitado para seguir entrenando y equipando a la fuerza de seguridad iraquí: 2.000 millones de dólares.

Porcentaje de equipo que el Pentágono ha entregado a las fuerzas de seguridad iraquíes desde 2003 que no se vuelve a encontrar: 30%. Eso incluye por lo menos "110.000 rifles AK-47 rifles, 80.000 pistolas, 135.000 artículos de blindaje corporal y 115.000 cascos," según la Contraloría General de los Estados Unidos [GAO, por sus siglas en inglés]. Según el Washington Post: "Un alto funcionario del Pentágono reconoció que parte de las armas probablemente está siendo utilizada contra las fuerzas de EE.UU."

Cantidad de contenedores de carga hechos de acero estadounidenses en Iraq y Afganistán que ahora se consideran "perdidos": 54.390 o sea un tercio de la cantidad total, según la GAO.

Costo estimado del entrenamiento de fuerzas de seguridad iraquíes (y afganas) durante la próxima década, si se continúa por el mismo camino: Por lo menos 50.000 millones de dólares, según la Oficina Presupuestaria del Congreso.

Cantidad de bases mayores de EE.UU. en Iraq: Más de 75, según el New York Times.

Costo de las bases de EE.UU. en Iraq (que el Congreso ha determinado por mandato que sean no "permanentes"): Desconocido. En una prestigiosa revista de construcción a fines de 2003, el teniente coronel David Holt, el ingeniero del ejército "encargado de desarrollo de instalaciones" de Iraq, ya hablaba orgullosamente de que "varios miles de millones de dólares" estaban siendo invertidos en la construcción de bases. El Servicio de Estudios Legislativos [CRS, por sus siglas en inglés] afirma, según el Washington Post, que 2.000 millones de dólares fueron destinados a "construcción militar" en Iraq y Afganistán, entre 2004 y 2006; otros 1.700 millones fueron aprobados por el Congreso para 2007. Y el Pentágono sigue construyendo. Para el año fiscal 2008, fueron solicitados 738,8 millones de dólares "para 33 proyectos críticos de construcción para Iraq y Afganistán." (Cuando se trata de construcción se base, estas cifras son indudablemente subestimaciones.)

Cantidad que ha recibido hasta ahora la antigua subsidiaria de Halliburton: Kellogg, Brown, and Root (conocida ahora como KBR) por un contrato de antes de la guerra para suministrar a los militares estadounidenses alimentos, combustible, viviendas, y otras necesidades: Por lo menos 20.000 millones de dólares. Una auditoría del Pentágono de 16.200 millones de dólares de trabajo de KBR "estableció que 3.200 millones de dólares de facturación de KBR eran cuestionables o no estaba justificados por documentación."

Porcentaje de iraquíes que no se pueden permitir la compra de suficientes alimentos: Un 15% según Oxfam.

Porcentaje de niños iraquíes que están desnutridos: Un 28% (en comparación con un 19% antes de la invasión); Porcentaje de bebés nacidos con peso insuficiente: Un 11% (en comparación con un 3% de antes de la invasión).

Porcentaje de niños iraquíes a los que ahora se considera que sufren de "impedimentos" educacionales: Un 92%, según un estudio citado por Oxfam.

Costo de un solo vehículo aéreo sin tripulación Predator (UAV), armado con dos misiles Hellfire: Más de 3 millones de dólares. (Por lo menos 5 Predator se han estrellado o fueron derribados durante el año pasado en Iraq y Afganistán.)

Costo del último UAV [siglas en inglés de vehículo aéreo no tripulado] el "cazador-asesino" MQ-9 Reaper, que ahora está siendo desplegado en Afganistán y pronto lo será en Iraq: 7 de millones de dólares. El Reaper es cuatro veces más pesado que el Predator y puede ser armado con 14 misiles Hellfire o cuatro Hellfire y 2 Municiones de Ataque Directo Conjunto de 500 libras. Es considerado equivalente por su poder de fuego al F-16. Según el periodista de Associated Press Charles Hanley: "Su piloto, mientras bombardea objetivos en Iraq, estará sentado ante una consola de vídeo, a 11.300 kilómetros de distancia en Nevada."

Cantidad de aviones estadounidenses en el espacio aéreo iraquí en cualquier momento dado: 100, según Hanley.

Aumento en la cantidad de bombas lanzadas sobre Iraq en los primeros seis meses de 2007 en comparación con los primeros seis meses de 2006: quintuplicada.

Porcentaje de recursos petroleros iraquíes alrededor de Basora en el sur chií de Ira, donde, en septiembre de 2006, los británicos lanzaron su propia versión fracasada de la actual operación de escalada estadounidense "aclarar, retener y reconstruir" en Bagdad: un 66%.

Cantidad de médicos asesinados por "pistoleros no identificados" en la "pacífica" Basora desde 2003: 12.

Número de ocasiones en la que la base en el aeropuerto en las afueras de Basora, que alberga a una oficina regional bien defendida por barricadas de la Embajada de EE.UU. y a los últimos 5.500 de los 40.000 soldados que Inglaterra envió a Iraq, ha sido atacada por morteros o cohetes durante los últimos cuatro meses: 600.

Efecto de los gastos en la Guerra de Iraq sobre los beneficios de las principales corporaciones armamentistas: Northrop Grumman acaba de anunciar un aumento de un 15% en las ventas en el segundo trimestre por sobre 2006 en su división de información y servicios, de un 7% en su división de electrónica; la unidad de sistemas de combate de General Dynamics acaba de registrar un aumento de un 19% en las ventas. Los beneficios de Lockheed Martin aumentaron en un 34% a 778 millones de dólares, según Eli Clifton de Inter Press Service.

Costo estimado del envío de un soldado estadounidense a Iraq por un año: 390.000 dólares, según el Servicio de Estudios Legislativos (CRS).

Costo del transporte en avión de un soldado desde la zona de conflicto a EE.UU.: 627,80 dólares. Es el precio que el Pentágono paga a FedEx y a UPS, entre otras compañías, por cada soldado llevado de vuelta a EE.UU.

Tonelaje estimado del equipo de EE.UU. que podría ser llevado fuera de Iraq y embarcado a casa desde Kuwait en caso de una decisión de retirarse: Un millón de toneladas.

Porcentaje de estadounidenses en el último sondeo de Washington Post-ABC News que habían servido en Iraq o "tenían un amigo o pariente cercano que sirvió en Iraq," que aprueban el manejo del conflicto de Iraq por el presidente: un 38%. En un sondeo en mayo de New York Times/CBS News, menos de la mitad de las familias de militares y miembros de las fuerzas armadas estuvieron de acuerdo con que "EE.UU. hizo lo correcto al invadir Iraq."

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Tom Engelhardt dirige el Nation Institute’s Tomdispatch ("un antídoto habitual ante los medios dominantes"), es co-fundador de The American Empire Project y es también el reciente autor de "Misión Unaccomplished: Tomdispatch Interviews with American Iconoclasts and Dissenters" (Nation Books), la primera recopilación de las entrevistas realizadas en Tomdispatch.


lunes, 20 de agosto de 2007

Un Imperio que colapsa: Estados Unidos


Durante mucho tiempo nos han vendido la idea de los Estados Unidos como el máximo Imperio de la humanidad cuyo poderío se remonta a cientos de años, basado esencialmente en su poder económico y militar, fuerza de penetración política en el mundo nunca antes exhibida por nadie. Más de una generación ha crecido en esta noción. Pero hoy ese Imperio ya no existe más, se extinguió, es una falacia y lo que aun deslumbra son los restos de antiguos brillos que mueren.

Sin descontar el poder de las grandes transnacionales norteñas que aun acaparan puestos preponderantes dentro de sectores del comercio mundial – tal es el caso de Intel o Microsoft – la economía en ese país ha entrado en un franco proceso de deterioro cuyo síntoma más claro es la disminución de las inversiones, la caída y fluctuaciones constantes de los índices bursátiles, la franca desaceleración en el crecimiento anual y la precaria situación de devaluación de la moneda.

No hay que equivocarse e inferir de lo anterior que los magnates de Wall Street se están quedando en los calzones o que emporios mundiales como Halliburton andan halándose la cabellera para averiguar como llegar a fin de mes. Lo cierto es que esas compañías súper gigantescas la están pasando muy bien con la administración Bush Jr. que les ha garantizado un ambiente de enriquecimiento principalmente en las guerras de rapiñas, el encubrimiento de las actuaciones fraudulentas de las compañías y un trabajo consecuente en disminuirles los impuestos a las personas de mayores ingresos a costa de afectar a los contribuyentes más pobres.

Como señalara en su libro Estupidos Hombres Blancos el intelectual y documentalista Michael Moore al referirse a estas compañías:

“…Los ricos están chapoteando en el botín que han acumulado en las dos últimas décadas, y ahora quieren asegurarse de que nadie pida un trozo del pastel…”

Pero el peso económico global de los capitales norteamericanos ha caído, sobre todo porque muchas veces ese capital no es completamente norteño sino que esta penetrado por compañías y consorcios de otras nacionalidades y economías en franco ascenso, especialmente los capitales asiáticos chinos y japoneses. China y Japón son hoy en día los capitales dominantes, con un índice de crecimiento anual que supera con amplitud los mejores años de esplendor económico de post guerra en Estados Unidos. Y todo ello aprovechando el hecho de que el Imperio no logró pasar de un sistema económico de guerra a uno de servicios y mercado.

En los 60, cuando Einsenhower traspasaba poderes a Kennedy, dejo entre ver este problema al argumentar que los Estados Unidos vivían lanzados en un camino de producción de guerra que superaba en gastos a la producción destinada a la industria comercial. En aquel entonces Einsenhower reconocía que con el volumen de personal y dinero que se destinaba a lo que denominó Complejo Militar Industrial, la nación podría de manera clara consolidarse comercialmente y plantearse metas de desarrollo que lo llevaran al control del comercio mundial. Sin hacer caso a las llamadas de cordura del héroe de las Segunda Guerra Mundial, las siguientes administraciones se han dejado arrastrar por el Complejo Militar Industrial y la economía de guerra y para la guerra. De este desliz se han aprovechado con crece los gigantes asiáticos.

A finales de los noventa, tras la caída del muro de Berlín, la Casa Blanca se topo con el hecho de que había perdido terreno en el mercado mundial ante China y Japón, quienes de forma vertiginosa colonizaban sectores industriales antes monopolio exclusivo de empresas norteñas. Así, y solo como ejemplo, la industria automotriz en Europa, América e incluso en los Estados Unidos es bombardeada por los modelos y marcas japonés más económicos y de mejor rendimiento. Clásicos como Ford o General Motors se ven literalmente desplazados de los gustos del americano promedio por los Nissan, Toyota, Missubishi etc, que no solo cumplen con las normas medio ambientales de bajo consumo por alto kilometraje, sino además suman como ventajas el ser sustancialmente más baratos que los similares yanquis.

Políticas económicas de amplio espectro para la promoción de las inversiones y ampliar mercados se han implementado igualmente por China. Tal es el caso de la política de la Banca China de mantener el Yuan – moneda china – en un nivel de cambio bajo, de esta manera hace a sus productos más competitivos y condiciona el hecho de que las estanterías en Estados Unidos se llenen de artículos Made in China, lo que ha llevado a un déficit comercial entre ambas naciones que favorece a China en 231 mil millones de dólares. Por otro lado cientos de compañías norteñas abandonan el país y se marchan al gigante asiático pues el bajo valor del Yuan permite producir a costos más baratos que en California, Chicago o cualquier otro estado de la nación, sin contar las compañías del resto del mundo que prefieren invertir allí mejor que en Estados Unidos, es decir: disminuyen las inversiones y el ingreso de capital.

Todo lo anterior significa desempleo en aumento dentro del Imperio y por tanto redunda en la economía, sin contar que la fuga de los capitales no permite al país un crecimiento sostenido. No es de extrañar la actual crisis política-económica entre USA y China. El gobierno yanqui reclama fervientemente de su par asiático que revalorice el Yuan y amenaza con sanciones económicas, lo que en la realidad de hoy es como asustar al oso con bastones cortas.

La Banca China posee 900 000 millones de dólares en Bonos del Tesoro de los Estados Unidos, lo que la coloca en una posición de fuerza para marcar las fluctuaciones mundiales de esa moneda. Ante esta realidad y con declaraciones como las del Jefe del Centro para la Investigación del Desarrollo de China, Xia Bin, que ve en esos millones una moneda de negociación que limita francamente al imperio yanqui, cualquier intento de amenazas a China es una locura. De hecho la reacción del gobierno Chino ante el ultimátum ha demostrado ese poder. Dos miembros del Partido Comunista Chino han planteado un “golpe nuclear a los yanquis” que consistiría en la venta de esos 900 mil millones de Bonos y por tanto en un ataque directo al precio de dólar como moneda de cambio, que ante tal caso colapsaría sin remedio. Algo parecido ocurrió cuando a principios de año la Banca China anuncio no comprar más divisas americanas, el precio del dólar callo abruptamente.

Ante tales realidades no tiene porque asombrarnos que símbolos como el Empaire State, en Nueva York, pertenezcan ahora a capitales asiáticos, menos que China se de el lujo de comprar la producción de Intel de todo un año – sin mencionar cuanto se le adelantan ya en tecnología a los norteamericanos –; económicamente hablando los Estados Unidos ya no son poder.

Y las cosas no están mucho mejor en el plano militar. No negamos que su capacidad bélica sea una de las mayores en el mundo y que sin duda alguna hay que verlo como un enemigo con un potencial de destrucción que nadie en su sano juicio desearía enfrentar, pero tal volumen de fuego no lo convierte en la Milicia conquistadora e indestructible que esperaríamos de un Imperio.

A diferencia que su predecesores – el Imperio Romano – el Ejercito de los Estados Unidos cubre o mantiene bajo su dominio un volumen de territorio a nivel planetario nunca antes visto, tan solo para el 2006 se calculaba que la carteras de propiedades del Departamento de Defensa incluía 3 731 terrenos, más del 20 por ciento de ellos en 287 mil hectáreas fuera de territorio yanqui; tal cifra se considera limitada por no incluir las bases militares de Irak y Afganistán. Ese volumen de tierras se equipara con los territorios de Corea del Norte, y muchas de esas bases militares son mayores que algunos Estados pequeños como Santa Lucia o San Vicente y las Granadinas. Igualmente el Departamento de Defensa cuenta con un presupuesto y capitales – cerca de 28 billones de dólares tan solo en el 2007 – que hacen palidecer los recursos de naciones Latinoamericanas como México. Pero entre tanto poderío económico y técnico, la milicia carece de lo fundamental: hombres que poner en combate y que sirvan de carne de cañón para las conquistas.

En las guerras de Corea, Vietnam, Somalia, Afganistán y el Golfo Pérsico Estados Unidos ha señoreado en buena parte de las mismas basados en el hecho de que sus oponentes se encuentran desgastados por largos periodos de guerras o sanciones económicas previas que lo han debilitado al máximo; pero en todos estos casos el ejercito americano se ha visto obligado a llevar a sus tropas a un nivel de stress excesivo ante al incapacidad de reclutar y reponer hombres en el campo de batalla con la celeridad que las circunstancias lo requieren. La Casa Blanca y el Pentágono prefieren la realización de operaciones encubiertas y de baja intensidad antes de abrir combate con todos los elementos.

Quizás sea Iraq el ejemplo más verídico de esta realidad. Durante los 4 años y un tiempo que las operaciones militares comenzaron en territorio de Iraq y que llevaron al derrocamiento del régimen de Saddam Hussein, las fuerzas ocupantes han sufrido un total de más de 3 500 bajas mortales y un número no precisado, pero igualmente elevado, de heridos. Una resistencia que no se previo – nunca lo hacen – obliga a los americanos a mantener un número de efectivos cuantioso en el campo de batalla y a reponer esa fuerza constantemente. Las dificultades de reclutamiento se han hecho notorias, al punto que el ejercito se ha visto precisado a recurrir a movilizar a personas con antecedentes penales, con enfermedades mentales o indocumentados con la promesa de ciudadanía, y como último recurso movilizar fuerzas y medios de la Guardia Nacional, un cuerpo armada que por constitución no deben cumplir misiones fuera de los Estados Unidos. Si consideramos el hecho de que en activo el Ejercito de los Estados Unidos cuenta con 1, 389 000 hombre y mujeres – de los cuales no todos participan directamente en las operaciones – y en Iraq han cumplido misión entre 250 mil y 500 mil, adivinar que nivel desgaste sufre ese cuerpo armado es fácil, y todo ello sin mencionar que en Afganistán mantienen un grupo considerable de fuerzas.

Por otro lado aunque nos invadan por todas las vías posibles con la propaganda de que la tecnología bélica en el país es superior a la del resto del mundo, lo cierto es que sus principales oponentes en esta esfera: China y Rusia pueden ser y lo son aun más. Rusia, enemigo, desde el periodo socialista y al parecer nuevamente dentro del circulo de las personas no gratas en Washington, es quizás el más peligroso de todos, debido al hecho de que el desarrollo de la industria armamentista en ese país es muy elevado y que ésta es parte del estado y no un consorcio o grupos de empresas con interés independientes a él.

Desde que Stalin logró construir al ejército más poderoso de Europa, capaz de despliegues tan impresionantes como el de la Batalla del Arco de Kurst, la maquinaria de guerra en Rusia no ha parado de desarrollarse y de avanzar ganándole terrenos a los Estados Unidos. Destacan entre sus estandartes la aviación y los misiles nucleares, muy recientemente han dado pruebas de ello. En medio del diferendo surgido con la intención yanqui de colocar su llamado Escudo Anti misiles en Europa del Este – casi en las fronteras rusas – y las negativas de Bush a las propuestas de Putin de gerenciar de conjunto – rusos y americanos – dicho sistema para no afectar la seguridad ni el equilibrio de fuerzas; el Ministerio de Defensa Ruso a anunciado la puesta a punto de un sistema anti misiles propio y la incorporación a su arsenal de dos modelos de misiles nucleares de largo y mediano alcance, con capacidad de hasta diez ojivas y una máxima efectividad, todo ello listo para septiembre de este año. Un proyecto similar le ha costado a los Estados Unidos varios años, cientos de influencias y aun no estará operable en fechas próximas. Lo que demuestra el hecho de que tal poderío yanqui si bien no es del todo falso no es omnipotente.

Además cabría mencionar que tanto China como Rusia cuentan con un índice de población considerable que les permite poner sobre las armas un número de hombres que, francamente, hace parecer a la Milicia yanqui un grupo minúsculo. Como diría Nick Turse en su trabajo Como el Pentágono llego a adueñarse de la tierra, los mares y los cielos:

“…. El Pentágono puede ser el propietario de inmensas porciones del planeta, pero desde Vietnam hasta Laos, desde Beirut hasta Somalia, las fuerzas estadounidenses han sido desalojadas, por los residentes de los vecindarios, de propiedades que estaban prestas a considerar suyas…”

No son pocos los sectores políticos dentro y fuera de Norteamérica que han notado tal proceso de degradación imperial, y los 8 años de mandato Bush sólo han venido a agravarlo, al poner al descubierto la incapacidad militar del ejercito para controlar focos de resistencia en Irak y Afganistán, así como el declive económico evidencia la proximidad de una aguda crisis comercial y financiera. Algunos se aventuran a hablar de “destruir el imperio para salvar la república” sumida ya en un clima que huele más a dictadura fascista.

Los restos del poder con los que mantiene su hegemonía global y la uní polaridad en el mundo están sedimentados más en la apatía y la complicidad inactiva de algunos gobiernos que en la capacidad real yanqui de gobernar como imperio. Si naciones como China, Rusia, el grupo de los No Alineados y Latinoamérica consolidasen una alianza política-económica-militar – tal y como personalidades se adelantan en plantear - que ponga frente a los intereses estadounidenses, el gobierno imperial se vería obligado al dialogo y a posturas de consenso y equilibrio multipolar. Entre tanto logre infiltrarse en Europa, Medio Oriente y Latinoamérica, y en consecuencias fomentar políticas divisorias, más difícil será asestar el tan necesario golpe final a la bestia que languidece.

Latinoamérica, encabezada por Chávez y la Revolución Cubana, comienzan un proceso en este sentido. Se consolida así una alianza en la que personalidades como Evo Morales, Correa o Néstor Kishner llegan al poder en sus países y son los pilares del edificio que deberá extenderse, sin fronteras, a toda América y con suerte al mundo. El Alba de los pueblos puede y debe ser el ocaso de la bestia, trabajar en ello es tarea de todo el movimiento progresista y de izquierda a nivel mundial.

No sólo es posible desear un mundo mejor, hay que construido paso a paso y con nuestras manos.

Ciudad de la Habana, Cuba

19 de agosto de 2007

J.D.G (Manu)

lunes, 13 de agosto de 2007

El Sistema de Salud Pública en los Estados Unidos: 8 años de destrucción con nombre Bush.


Deamonte Driver y Devante Johnson eran dos de los millones de niños que en los Estados Unidos se encuentran fuera de la cobertura de seguro médico, expuestos a las enfermedades y sin posibilidad acceso ha tratamiento de salud, por la fatal condición de pertenecer a familias pobres. No obstante, mientras el primero moría ante la imposibilidad monetaria de su madre para poder pagarle el tratamiento ontológico – 80 dólares - que le aliviara una muela picada y el segundo fallecía de cáncer agravado ante el retraso en recibir asistencia médica por trabas burocráticos del Medicad – seguro de salud estatal - , su presidente se gasta 1 000 millones de dólares diarios en la guerra en Iraq.

Sin importar cuan tecnificado y desarrollado este, el sistema de salud norteamericano es hoy uno de los peores en cuanto al acceso de la población de bajos recursos a los cuidados médicos, pudiéndosele comparar con cualquiera de los sistemas de atención sanitaria en América Latina. En un país como Estados Unidos debería ser imposible encontrar casos como los de los dos chicos fallecidos, pero la realidad es que, desde hace muchos años, el deterioro de las coberturas médicas a la población ha ido en aumento escalofriante.

No debemos equivocarnos al tratar este tema, ni por un segundo se trata de si los Estados Unidos cuenta o no con el personal médico suficiente y mucho menos si ese personal esta calificado o dispone de los medios necesarios, para ambos extremos la respuesta sería un si. Basta con hacer un paneo por las Clínicas, Hospitales, Centro de atención Psicológica y Psiquiátrica, Clínicas Dentales y demás dependencias que brindan este tipo de servicios y que pertenecen al sector privado. En estos sitios los niveles de atención son excelentes, las disponibilidades de recursos inigualables y las posibilidades de acceso limitadas. Los precios de una consulta médica en clínicas privadas – sin contar el de los procedimientos – alejan cualquier posibilidad de que la población con bajos ingresos pueda beneficiarse de ellos, eso sumado a que en estas instituciones, a pesar de la calidad técnica, prima más el interés monetario que el humanitario. El libre mercado también en el sector de la salud.

Por estas razones, salvo las élites dominantes y de amplio poder adquisitivo, la mayoría de la población de clase obrera y trabajadores depende de las coberturas médicas estatales, por regla general no poseen seguro médico privado o sus empleadores no se preocupan o no pueden brindarles uno. Estas personas, ante casos de enfermedad, si están aseguradas por el estado, pueden recibir la atención médica necesaria a expensas del Estado como donador de ese aseguramiento, y es igualmente el Estado el encargado de cubrir con su presupuesto todo el avituallamiento e infraestructura de personal y medios de los Hospitales públicos, a donde esta personas deberán acudir. De esta manera se deja la salud pública en manos de las decisiones presidenciales, y por tanto, en la medida en que una administración le conceda mayor importancia a este punto de la vida social y no a otros, los presupuestos de salud pública aumentaran o disminuirán.

Camino a las elecciones presidenciales del próximo 2008, temas domésticos como empleo y salud deberían y de hecho son de vital importancia en las campañas electorales, lo que condiciona que tanto en discursos como en acciones dentro del Congreso, Republicanos y Demócratas se empeñen en gestiones por mejorar estos renglones para granjearse simpatías populares y con ella votos a su favor.

Pero el Presidente Bush Jr. parece ignorarlo o más bien no incluirlo dentro de su esfera de prioridades. ¿Y por qué tal afirmación? Actualmente se encuentra en debate ante el Congreso un proyecto de resolución presentado por el Senador Republicano Gordon Smith, separado de las posiciones de su correligionario presidencial, que aprueba un aumento de 35 000 millones de dólares para los próximos 5 años al presupuesto del Programa de Seguro Médico Estatal para Niños y Niñas (SCHIP) simplemente aumentando los impuestos sobre los cigarrillos. Este sustancial aumento conlleva como resultado que 9 millones de niños y niñas norteamericanos, principalmente de bajos recursos, se beneficien de cobertura de salud. La respuesta del señor Presidente ante este proyecto ha sido anunciar que vetara el mismo aun en el caso en que Republicanos y Demócratas lleguen aun consenso, debido a dos hechos que en su opinión son fundamentales:

a) un aumento en los impuestos sobre los cigarrillos afectaría a los fumadores de bajos ingresos y a los fumadores jóvenes.

b) un aumento en la cobertura médica estatal limita las posibilidades de beneficios para el sector privado, porque la población va a inclinarse más hacía el seguro estatal.

Así de simple es la reacción del presidente Bush, ante un proyecto de beneficios de salud, la primera preocupación no es la cantidad de personas que se salvaran con el proyecto de resolución, sino los posibles daños económicos a sus contribuyentes de campaña electoral: las grandes corporaciones tabaqueras como Altria Group, antes denominado Philip Morris emporio de nicotina con un historial bastante complejo.

No cabe la menor duda de que un aumento en el precio de los cigarrillos traería como resultado una disminución en el consumo, de hecho datos recientes de la Asociación Estadounidense para la Salud Respiratoria indican que por cada 10 por ciento de aumento en impuestos sobre el tabaco, los fumadores jóvenes descienden un 7 por ciento y los fumadores en general en un 4 por ciento. Planteando la situación hipotética de que dichos por cientos de disminución se den en periodos de un año, en 5 años – tiempo para el que esta concebido el proyecto de Smith – al menos un 35 por ciento de los fumadores jóvenes y un 20 por ciento de los fumadores en general ya no lo harán, así que, hipotéticamente, en 5 años la población de los Estados Unidos disfrutaría de uno de los aires más limpios de nicotina a nivel mundial y la tasa de cáncer de pulmón en la nación decrecería abruptamente. Pero al parecer así no opina el Amo de las Bombas.

No es para menos entonces el insulto de personalidades como Marian Wright Edelman, de la Children ´s Defense Fundation, cuando plante:

“… ¿Por qué está este país, actualmente el más rico del mundo, discutiendo cuántos niños y niñas pueden recibir ayuda? Simplemente deberíamos hacerlo; es algo más que obvio. El pueblo estadounidense quiere que se ayude a todos sus niños. Todas los niños merecen cobertura médica, y no se por qué nos esta costando tanto hacer que nuestro presidente y nuestro líderes políticos lo entiendan, que los niños y niñas deberían tener seguro médico…”

Lamentablemente la señora Edelman ignora que el Presidente y actuales líderes políticos no entiende porque no se les esta hablando en el idioma que comprenden: el idioma de la corrupción y los dólares. Pues entre tanto cuesta liberar 35 000 millones de dólares para la salud de la infancia en los estadounidenses, el Presidente ha aprobado cifras ascendentes a 758 mil millones de dólares para la supuesta reconstrucción de Iraq. Y sería bueno al menos si el pueblo iraquí se beneficiase de ella, pero al ser manejada por el Departamento de Defensa se diluye en el Programa de Incremento de la Participación Civil en Tareas de Logística de la Defensa (LOGCAP) concebido en 1992 por el actual Vicepresidente Dick Cheney.

El LOGCAP no es más que la intromisión de los capitales privados en la infraestructura de aseguramiento de todo tipo del Departamento de Defensa, en otras palabras: Complejo Militar Industrial. De esos 758 mil millones el 93 por ciento se va a los intereses privados, 7 va a las arcas del Departamento de Estado y menos de un 1 por ciento va a los soldados, lo que aritméticamente deja fuera de posibilidad de beneficio al pueblo iraquí. De tal manera que en este año se prevé que empresas como Halliburton y Bechtel, líderes en la “reconstrucción” del país del Golfo Pérsico, salgan con una ganancia de entre 20 y 25 millones de dólares. No por gusto el presupuesto militar se incrementado desde 2001 a la fecha en unos 1.5 billones dólares.

Si uno coloca al antiguo CEO de la Halliburton en el sillón de Vicepresidente y a un tejano alcohólico, hijo de millonarios y magnate del petróleo en el de Presidente, no se puede esperar que se sensibilicen sustancialmente ante la muerte de un niño por una infección en una muela, al fin de cuentas estadísticamente solo representará para ellos, en el mejor de los casos, un consumidor menos. Mucho menos lógico es esperar que aprueben una legislación humanitaria si de por medio esta en juego los bolsillos de los emporios tabaqueros y los intereses médicos privados.

Los últimos 8 años – la Presidencia de George Bush – han sido quizás el peor momento para el Sistema De Salud en los Estados Unidos, marcado por un recorte de presupuesto para los Hospitales que dependen de los aportes estatales y una abrupta disminución en los programas de cobertura médica estatal – seguros médicos – como el Medicad y el SCHIP, y la decisión de veto del proyecto de resolución del Senador Smith, por parte del Presidente, va a costarle mucho a su partido en las próximas elecciones.

El presidente Bush es un ciego que camina contra el muro en medio del gentío que le grita que va a chocar. No hay manera que se entienda con el pueblo porque no hablan el mismo idioma, porque no tienen los mismos principios y valores. Las voces gritan alertando de la crisis de salud que vive el imperio, Michael Moore con su documental SICKO o el Congreso con el debate del proyecto de resolución para el aumento del presupuesto del SCHIP, pero en la Casa Blanca apenas si retumban los ecos. Entre la guerra en Irak, la crisis de una economía que no crece, el desempleo y los problemas de de acceso a la salud, para cuando termine el mandato Bush, la nación abra vivido durante 8 años el embate de un huracán peor que el Katrina. Solo esperemos que el proceso no se lleve más vidas de niños inocentes por delante.


Ciudad de la Habana, Cuba

12 de agosto de 2007

J.D.G (Manu)

miércoles, 8 de agosto de 2007

Médicina cubana y solidaridad


En la actualidad el nombre de Cuba esta en muchas bocas alrededor del mundo y su imagen muchos la asocian a un mar de batas blancas que recorre los parajes más intricados de las geografías planetarias.

Allí donde haga falta y sin importar condiciones de vida el estandarte de los médicos cubanos esta presente. Desde África a Asia, en América Latina y donde sean requeridos los médicos, la medicina y el sistema de salud cubanos demuestran que no se depende de grandes cantidades de dinero para ayudar a mejorar la salud de un mundo empobrecido por la rapiña y contra esta realidad no pueden 49 años de bloqueos.

La solidaridad llega a más y desde hace unos años se gradúan en la isla cientos de profesionales médicos de todo el mundo de forma gratuita y bajo la doctrina de hacer desaparecer el dolor por el derecho humano de gozar de atención médica sin importar intereses económicos. Y mientras el presidente de los Estados Unidos planea vetar un proyecto de ley que permitiría amparar bajo cobertura de salud a un número considerable de niños, en la mayor de las Antillas un grupo de jóvenes estadounidenses pobres obtienen su titulo de medicina.

Aquí les dejo un artículo que les muestra mejor esta realidad:


En Cuba la medicina no es un negocio
Hedelberto López Blanch

Que jóvenes estadounidenses vayan a estudiar medicina a un país en desarrollo es una práctica inusual, pero que además lo hagan en una nación a la cual Washington le haya decretado un bloqueo económico durante 48 años y durante ese mismo tiempo haya tratado de derrocar a su gobierno por todos los medios a su alcance, resulta inaudito.

Y esta realidad solo ha podido ocurrir en Cuba, que con uno de los sistemas más avanzados y humanos del mundo en la formación profesional, ha tendido la mano a miles de jóvenes extranjeros, entre estos a varios norteamericanos, para que estudien gratuitamente la carrera de medicina.

En el presente curso escolar, ocho estudiantes estadounidense se graduaron en la especialidad de médicos generales en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAN) de La Habana, donde además cursan estudios 2 300 jóvenes de 25 países.

En declaraciones a la prensa, el Reverendo Lucius Walker, director de la Organización Comunitaria Pastores por la Paz, que llegó a Cuba presidiendo la XVIII Caravana de Solidaridad reconoció los esfuerzos del Ministerio de Salud Pública cubano y la ELAM por formar a jóvenes de más una veintena de países, entre los que figuran Estados Unidos, América Latina, el Caribe, África y Asia.

Walker informó que actualmente 100 norteamericanos estudian en la ELAM y que a finales de agosto llegarán otros 18 para incorporarse al novedoso plan que impulsa el Estado cubano.

Si el sistema educacional de Estados Unidos facilitara a jóvenes negros y de bajos ingresos la posibilidad de estudiar allá, ellos no tendrían que venir a Cuba, explicó y agregó que la educación que han recibido en Cuba, allá costaría 200.000 dólares, lo que representaría para estos jóvenes estar endeudados por alrededor de 20 años con el banco porque sus familias no pueden costear sus carreras.

Para la selección de los futuros estudiantes, Pastores por la Paz por medio de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO) que preside Walker, realiza la convocatoria y las solicitudes son analizadas por un comité. De esa forma, jóvenes de barrios pobres y de bajos ingresos son aprobados para disfrutar de las becas gratuitas que ofrece el Gobierno de Cuba.

En este año 2007 cursan estudios unos 100 norteamericanos y en este mes de septiembre llegarán 18 más.

A su regreso a Estados Unidos, los médicos deberán rendir tres exámenes para convalidar sus títulos, pero Están completamente bien preparados para aprobar y entrar en el sistema médico, opinó Walker.

Ellen Bostein, integrante de Pastores por la Paz, señaló que "hay muchos médicos y muchos hospitales en Estados Unidos que están interesados en estos graduados porque ellos tienen una buena preparación en atención primaria, prevención de enfermedades y son bilingües".

“Una de las cosas fundamentales que he aprendido durante mis seis años de estudio en Cuba es que la medicina no es un negocio, sino es social, es humana" afirmó Toussaint Reynolds, uno de los ocho jóvenes graduados estadounidenses, oriundo de la ciudad de Nueva York.

Para la Dra. Carmen Landau, procedente de Oakland, Cuba ha significado una enorme posibilidad para su desarrollo integral y puntualizó: “Debemos aprovechar nuestra experiencia que surge de esta formación médica, para intentar promover con mayor énfasis la posibilidad de crear un sistema de salud universal, un único sistema de salud en Estados Unidos. Sé que California está buscando eso. Es una excelente idea”.

“En Cuba logré el sueño de mi vida pues desde que tenía siete años anhelaba ser doctora. Aquí no solo he podido formarme como galena sino además he conocido y convivido con un pueblo maravilloso que no solo me facilitó estudiar sino que además me abrió su corazón, expresó por su parte Kenya Signan, con domicilio en Atlanta.

Estas y otras muchas experiencias fueron contadas por los otros recién graduados estadounidenses, Evelin Erickson de New York, Wing M. de St Paul, Minnesota, José Eduardo de León de Oakland, California, Teresa Thomas y Melisa Barber del Bronx, New York, pero lo que más destacaron fue el agradecimiento al pueblo y gobierno cubanos por haberles abierto las puertas para alcanzar un alto nivel profesional y que les hayan permitido compartir años de alegría, estudios, sacrificios, cultura y amor fraterno.