Semanas atrás se publico por medios alternativos de prensa un artículo del escritor argentino Juan Gelmán titulado Poderes Ocultos en los EE.UU. En el artículo el escritor hacía un análisis de cómo se manejan los trasfondos políticos del mayor imperio de la historia, de que forma sórdida la verdadera política yanqui esta muy lejos de esa imagen de Democracia Representativa que nos pintan y se basa más en los complot, las intrigas palaciegas y las conjuras contra ellos mismo, contra otros gobiernos y contra su propio pueblo y Estado de Derecho.
A la luz de ese articulo me viene a la memoria que en noviembre de este año se van a cumplir 44 años de que en
Durante años el gobierno de los Estados Unidos ha ocultado la verdad tras la hipótesis insostenible del asesino solitario - Lee Harvey Oswald - y tras la supuesta investigación gubernamental de
¿Qué ocurrió realmente ese día en Dallas? ¿Por qué no han sido juzgados los verdaderos culpables? A nada de esto ha respondido el gobierno de los Estados Unidos en 44 años, cualquier respuesta coherente y honesta la debemos buscar en la investigación del fiscal Garrison. Jim Garrison, Fiscal en 1963 del Distrito de Nueva Orleáns, tras los fatales acontecimientos emprendió una investigación de varios años para toparse en el camino con el hecho de que las mentiras y las incongruencias, que sostienen como verdad las autoridades gubernamentales, se desmoronan como pompas de jabón al más pequeño roce con preguntas bien hechas y la lógica.
Este camino le trajo más espinas que rosas a Garrison, quien fue sometido a humillaciones y a una campaña de difamación contra su persona y contra todo aquel que colaborase con sus investigaciones. El camino no dejo de estar marcado además por sospechosas muertes y desapariciones de testigos y por las traiciones. Pero con su trabajo se abrió a la historia uno de los capítulos más importante de la era de
Un hombre que comenzó una investigación fortuita en el 1963 para cubrirse las espaldas ante las declaraciones del supuesto asesino Harvey Oswald de que antes del asesinato había estado residiendo en Nueva Orleáns, se topo con que la verdad distaba mucho de lo dicho por el gobierno. El Informe Garrison sobre la muerte de Kennedy es voluminoso, pero para que tengan un incentivo para buscarlo y leer les dejo un trabajo que es apenas un somero resumen de lo que encontraran en la investigación de años del Fiscal Jim Garrison.
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La investigación de Jim Garrison
Cuando se produjo el atentado contra John F.Kennedy en Noviembre de 1963, Jim Garrison era el Fiscal de Distrito de Nueva Orleáns, Lousiana.
Poco después de producirse la detención de Oswald comenzaron a emitirse por la televisión y la radio informaciones sobre su pasado, el cual incluía a la sureña ciudad de Nueva Orleáns en varias referencias: Oswald había nacido allí veinticuatro años antes y Oswald había estado trabajando allí durante tres meses en el verano del 63, el verano anterior al asesinato. Garrison pensó que su oficina debía investigar las posibles conexiones de Oswald en su ciudad, principalmente para cubrirse las espaldas si el FBI se interesaba por el asunto, y el mismo sábado 23 de Noviembre se puso manos a la obra, encargando a varios de sus ayudantes que recabaran información sobre el paso de Oswald por Nueva Orleáns.
El lunes veinticinco mientras analizaban en el despacho los resultados de sus investigaciones, descubrieron que el presunto asesino había sido visto en repetidas ocasiones durante el verano con un hombre llamado David Ferrie. Ferrie era un tipo raro, que sufría una enfermedad que hacía que se le cayera el pelo de todo el cuerpo, por lo que llevaba unas grotescas cejas pintadas y un estrafalario peluquín rojizo que le daban un aspecto un tanto ridículo. Pero realmente Ferrie era alguien muy a tener en cuenta. Había sido piloto de
Un investigador de la oficina de Garrison llegó con una información referente a que Ferrie había realizado un precipitado viaje a Texas justo el día del asesinato del presidente Kennedy. Ante esto, Garrison llamó a Ferrie a su despacho para realizarse algunas preguntas sobre su viaje a Texas. Como quiera que las respuestas de Ferrie no satisficieran a Garrison, éste ordenó que Ferrie fuese detenido por el FBI para proceder a un más detallado interrogatorio. El FBI declaró, tras interrogar a Ferrie, que no habían encontrado nada sospechoso en él y le dejaron marchar. Garrison apoyó la decisión del FBI y decidió dejar la investigación del caso.
Tres años más tarde, en 1966, Garrison mantuvo una conversación informal con el Senador Estadounidense Russel Long en la que éste le mostraba sus dudas respecto a como había sido resuelto el asunto del asesinato del presidente por
Una de las cosas que más le llamó la atención fue la declaración de un Coronel de los Marines que decía que Oswald había realizado un mal examen de ruso. ¿Examen de ruso? Garrison, en sus muchos años en el ejército y en
El primer paso fue dirigirse a
Otro de los aspectos que vinculaba a la ciudad de Nueva Orleáns con el asesinato apuntaba a un abogado de la ciudad llamado Dean Andrews. Andrews había asesorado a Oswald durante el verano del 63 en ciertos asuntos relacionados con la ciudadanía de su esposa, Marina, a petición de alguien llamado Clay Bertrand. Más tarde Andrews declaró a
Como Garrison era amigo desde hacía tiempo de Andrews, le interrogó informalmente sobre la identidad de Bertrand, pero Andrews se negó a contestarle. Fue entonces cuando Garrison se decidió a “peinar” la ciudad hasta encontrar a Clay Bertrand. Tres semanas después consiguieron un testimonio que identificaba a Clay Bertrand, y para su sorpresa, resulto que Bertrand era el alias de Clay Shaw, un conocido y respetado hombre de negocios de Nueva Orleáns, director del Centro Mundial Comercial.
Indagando sobre Clay Shaw/Bertrand supieron que él y otro hombre llamado David Ferrie eran buenos amigos y constantemente se les veía junto. ¿Otra vez Ferrie? Si, parecía estar presente en cada aspecto de la investigación. Se descubrió además que Ferrie y Oswald se habían conocido años antes, cuando Oswald siendo un adolescente se había enrolado en las filas de
Empezaban a tomar forma una serie de incongruencias que llamaban poderosamente la atención de Garrison: por un lado teníamos al inútil Oswald que no ha sido capaz de hacer nada bien en la vida, ni siquiera mantener su familia unida y que es un marxista convencido capaz de desertar a
La investigación de Garrison sufre un duro revés cuando, debido a filtraciones prematuras e inevitables (al hablar con ciertos testigos estos a su vez hablan con terceras personas), la prensa se entera de lo que el Fiscal de Distrito se trae entre manos. Estalla un escándalo en el que le acusan de malgastar los fondos de la Fiscalía en investigaciones sin sentido y además deja de contar con el factor sorpresa tan importante en cualquier investigación. David Ferrie se aterroriza ante los titulares de los periódicos y comienza a desmoronarse. Habla con los hombres de Garrison y les dice que su vida ya no vale nada, que es hombre muerto. Los ayudantes de Garrison le prometen protección si declara lo que sabe, pero Ferrie aparece muerto unos días después en su apartamento, aparentemente por una embolia aunque se encuentran dos notas de suicidio sin firmar y varios frascos de pastillas yacios junto al cadáver.
Con la muerte de Ferrie, Garrison pierde la reina de su partida de ajedrez, y debe replantearse su estrategia para continuar. Vuelca sus esfuerzos en encontrar testimonios que vinculen a Ferrie con Shaw, a Shaw con Oswald, a Oswald con Ferrie, Banister y los cubanos anti-castristas. En la pequeña población de Clinton encuentran numerosos testigos que vieron a Oswald acudir a este pueblecito en un lujoso coche junto a dos hombres (los cuales fueron descritos como Shaw y Ferrie) solamente para inscribirse como votante en 1963. Indagando sobre esta pista descubrieron que Oswald había presentado una solicitud de trabajo en el Hospital Mental de Clinton. Le habían recomendado que se inscribiera como votante en esa población para que le fuese más fácil obtener el empleo. A todo el mundo en el pueblo le habían llamado la atención los tres forasteros, especialmente el hombre de las cejas extrañas y el del pelo blanco y porte aristocrático. De esta pista obtuvieron varios testigos importantes que vinculaban a Shaw, Oswald y Ferrie, pero ni todos ellos juntos podían sumar un testimonio de la importancia del que hubiese prestado el propio Ferrie.
Garrison tenía un testigo de excepción: Perry Russo. Russo afirmaba haber estado presente en una reunión en la que se encontraban Bertrand (Shaw), Ferrie y un tal Leon al que Russo identificaba inequívocamente como Oswald. Además, según Russo, en aquella reunión había una serie de cubanos anti-castristas y durante la noche, Ferrie bajo los efectos del alcohol, alardeaba de que iban a asesinar a Kennedy. Los cubanos se pusieron a especular sobre las posibilidades que tendrían y describieron con detalle un plan para llevar a cabo el atentado. Russo, dada la importancia de su afirmación, fue sometido incluso a sesiones de hipnosis en las que corroboró su declaración. Con este testigo clave, Garrison procedió a la detención de Shaw bajo el cargo de conspiración para asesinar al presidente Kennedy el 1 de Marzo de 1967.
A las voces que atacaban a Garrison por el asunto de los gastos de la oficina de la fiscalía se unen a hora otras que claman contra la injusticia que es acusar a un eminente miembro de la sociedad de Nueva Orleáns con vagas pistas e inconsistentes pruebas. La presión de los medios de comunicación es grande sobre Garrison durante los dos años que dura la instrucción del sumario contra Shaw. Garrison incluso llega a denunciar que su oficina había sido “pinchada” con micrófonos, que habían desaparecido documentos de sus archivos y que varios de sus colaboradores habían resultado ser saboteadores que habían manipulado pruebas y documentos.
El juicio contra Shaw se inicia el 29 de Enero de 1969. La estrategia de Garrison se basaba en:
a) Demostrar que un personaje llamado Clay Bertrand había estado íntimamente relacionado con
b) Demostrar que Clay Bertrand era realmente Clay Shaw. Shaw negó bajo juramento pertenecer a
Después desfiló la legión de testigos de Garrison, pero la defensa fue deshaciendo sus testimonios uno por uno. Acertó en lo primero pero falló en lo segundo. El jurado reconoció que existían abundantes pruebas de que el Presidente Kennedy había sido asesinado como consecuencia de una conspiración, pero fallaron a favor de Shaw afirmando que no se había demostrado que Shaw fuera Bertrand y, por lo tanto, estuviese implicado.
Aunque Garrison perdió el juicio contra Shaw, realmente obtuvo una importante victoria al conseguir que un jurado dudara de las conclusiones de
De todas maneras, gracias a la investigación de Garrison (sin duda la más importante hasta la fecha) hemos sabido muchas cosas que no conoceríamos merced al informe de
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* La película en cuestión fue tomada por un civil que presenciaba y filmaba el paso de la caravana presidencial y muestra desde un ángulo inmejorable y secuencia por secuencia todos los acontecimientos. De especial impacto en el Juicio contra Shaw fue esta película y su toma final donde se aprecia el último impacto de bala que destroza la cabeza del Presidente Kennedy. Con este film la teoría del disparo desde a tras y desde lo alto de
Ciudad de
10 de junio de 2007
J.D.G. (Manu)
1 comentario:
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