lunes, 16 de abril de 2007

300 en el ojo del Ciclón. La mediocridad no es arte.


Una vez más regreso a la carga sobre 300, el más reciente estreno de Hollywood, y lo hago con el temor de sentirme repitiendo los argumentos que ya enuncié en mi anterior comentario sobre el film. Pero debo correr este riesgo pues un amigo, a quien aprecio, me pidió que emitiera un juicio sobre la película como obra, es decir, que me centrara en los aspectos técnicos de la producción y no en los manejos turbios de la historia con fines propagandísticos bélicos que es en esencia la función de esta película.

Para aquellos que aun hoy no se han enfrentado con los famosos 300, algo bien difícil con a la promoción y divulgación que se le ha dado, les hago un recorrido por el mundo de la criatura fílmica. Pues resulta que la película esta basada en la adaptación libre de un hecho histórico que hace el genio del Comic norteamericano Frank Miller, a quien se debe otras obras como Daredevil o Elektra, así como es notable su participación en los guiones para la llevada a la pantalla grande de muchos de esos comics, entre ellos la dos ya mencionados y la genial – gracias a la dirección de Robert Rodríguez – Sin City.

La cosa es que por los finales de los años 90 -1998 – a Miller se le ocurrió que la famosa batalla de Termópolis entre las fuerzas del Rey Jerjes I de Persia y las del griego Leonidas I eran buen argumento para una “Novela Grafica”, nace así 300 como un comic que se acogió rápidamente a los cánones norteamericanos de las historias de este genero donde los malos casi siempre proviene de exóticas culturas y son sanguinarios y oscurantista, mientras los héroes parecen sacados del museo de los músculos de cera donde los dotan con todo lo necesario pero no de cerebro.

Así, y con el éxito de la turbia interpretación gráfica de Miller, el pasado año la Warner Bros se enfrascó en la producción de la versión cinematográfica de la obra bajo la dirección del poco relevante Zack Snyder quien para el film llamo a un elenco de actores no exactamente de primera línea, lo que marca la diferencia entre 300 y las dos ultimas reproducciones del mundo helénico que nos dejo Hollywood – Troya y Alejandro-. Así que tenemos al escoses Gerard Butler, cuyas apariciones más conocidas son en la saga de Tomb Raider: La cuna de la vida (2003) y en El Fantasma de la Opera (2004), en el papel del Rey Espartano Leonidas I, y al brasilero Rodrigo Santoro como Jerjes I quien llega de dos de los mejores film de esa cinematografía latinoamericana – Carandiru y Bicho de siete cabezas – para colarse en Hollywood con la mediocre 300. No obstante si hubo algo de primera línea con lo que contó la Warner y es el presupuesto invertido en la producción: 60 millones de Dólares de los Estado Unidos. Con semejante presupuesto la película debía ser muy buena en todos los aspectos, pero apenas si lo consigue en algunos.

Uno de los mayores éxitos del comic esta en los impresionantes gráficos, los dibujos del comic y la forma en que este estructura los planos de batalla son un logro excepcional de la obra. Y al parecer así también lo vio Snyder quien copio casi al calco esos planos y secuencias. Este quizás sea el elemento más significativo en mi opinión de la película. En el 2005 ya Sin City intentó jugar con esta estética, el logro de ese efecto no fue total allí, lo que no es una critica a Rodríguez como director – lo único criticable en él es su imitación constante de Tarantino- sino que en mi opinión obtuvo un resultado novedoso pero distinto.

Snyder sin embargo si lleva a la pantalla la estética del comic en su máxima expresión, tanto en la estilización visual de las escenografías, logradas mediante la técnica del el croma filmando sobre pantallas azules y luego retocando en post producción, como en los planos de cámara, en la conformación visual de la mayoría de los personajes, la edición y la fotografía de Larry Fong que no logra ocultar la influencia en su obra del Anime Japonés.

Tan solo para que tengan ejemplo de cuan exacta es la copia que hizo el Director del las viñetas del comic baste que busquen en la obra de Miller la escena del arribo del emisario Persa a Esparta – el caballo salvaje parado sobre dos patas y en la mano los cráneos de los reyes muertos – y luego la comparen con el mismo momento en la película, es una reproducción milimétrica. Snyder es un magnifico copista, pero igualmente en este punto un innovador, no porque no lo halla intentado alguien antes, sino porque el éxito es total en 300, igualando en ello a dos intentos que hasta ahora considero lo mejor de esta vertiente fílmica: Asterix y Obelix (Francia) y Shinobis (Japón).

Pero como decimos en Cuba, Bueno es lo bueno y no lo demasiado, Snyder no supo donde poner el alto a su calco por lo que impuso en buena parte de la película tal concepto en la dirección de actores y en el guión, de tal manera que sus personajes e historias nunca toman cuerpo cinematográfico, nacen y mueren deformes. En entrevista que concediera su protagónico Gerard Butler (Leonidas) este explico que si bien la dirección de Snyder no era asfixiante el apego al cómic imponía ciertas limitaciones en su actuación. Y hay que perdonar a Butler por su cortesía pero es evidente que más que límites lo que imponía el Director eran grilletes, cadenas que no movería ni el gigante inhumano del ejército Persa que nos trae la película.

Tomado permanentemente en primeros planos, planos americanos, planos medios o planos contrapicados – lo que implica el uso de la cámara para lograr encuadres de comic – el personaje principal del film nuca se coloca en posición visual de igualdad con su semejantes, lo que contradice la idea de la defensa de la igualdad entre todos lo guerreros espartanos que tanto preconiza el film. En ningún momento nos dan la sensación de que Leonidas pudiera se cuando más un hombre de carne y hueso, sino más bien una especie de maquina de cortar, punzar y hacer discursitos de barricadas que empiezan casi siempre con las mismas palabras. Sinceramente no creo que Butler sea tan mal actor como para no lograr que el espectador reconozca a su Leonidas como un héroe real, más bien creo que fue victima de la mala dirección. Hasta su vos es estilizada para lograr efectos de hombría e intimidación poco naturales, contrastando con la representación de Jerjes – algo afeminado en mi criterio -. Pero a que punto del absurdo llega Snyder en concebir a su protagonista que ni siquiera coloca en su boca buenos parlamentos – lo mejor se lo dejo al narrador, a la Reina de Esparta o incluso a Jerjes - y lo limita a voces de comando y arengas de lugares comunes, o estupideces y sinsentidos como ese momento en el que mientras masacra a los heridos persa y come manzanas nos sale con el cliché irónico de: que estemos en guerra no quiere decir que no podamos ser civilizados. Civilización a la Estadounidense, cuando debe haber agradado esta escena al gobierno de este país.

El personaje de Santoro es cuando más mejor logrado tan solo por el hecho de que no ocupa el mismo tiempo de cámara, pero es igualmente mal montado. La única forma que consigue imaginar el Director para trasmitirnos la idea Persa de que su Rey era un Dios, es colocarlo en innumerables planos contrapicados donde la estatura de Santoro se altera engrandeciéndolo. Los otros recursos para conformar al personaje son igualmente absurdos., su voz suena como ya dije algo afeminada e indirecta. Jerjes – solo igualado por la representación de los guerreros de Esparta - recorre el film casi completamente desnudos y tan cubiertos de joyas y argollas al estilo piercig que más parece una odalisca que el representante de la realeza Persa. De hecho la configuración de Jerjes es otro de los errores – graves – históricos del film. Bajo ningún concepto encontraran un soberano Persa de la época que se asemeje o luzca como el Jerjes de Santoro en esta película. En las escasas cuatro o cinco secuencias de film en las que el personaje aparece, Santoro muestra algo de las buenas actuaciones que aprendió en Brasil haciendo lo que puede con lo poco que le toco. Sobresale su dialogo con Butler en la escena en la cual ofrece Jerjes la rendición a Leonidas, su manejo de las entonaciones – si cerramos los ojos para no ver las estupideces que se hacen con la cámara - trasmite la idea del poderoso que sabe que puede aniquilar tan solo usando el meñique. Quizás por afinidades geográficas, pero creo que más por lo que vi, la mejor actuación del film es precisamente el Jerjes de Santoro.

Sobre el resto de los personajes ni siquiera voy a mencionar mi opinión porque es más de lo mismo – o menos de actuación siendo preciso – y si continúo podría convertirse esta crítica en un asesinato con ensañamiento y alevosía – no injustificado por cierto -.

Pese a todo esto como dije el film tiene sus meritos técnicos. El primero fue el ya comentado logro de Snyder en la reproducción cinematográfica de la estética visual del comic y como admirador de este genero literario – fan del anime - no puedo dejar de reconocer el talento en este empeño. Otros elementos que realmente llenan en el film son la edición y la banda sonora. La edición jugo muy bien a favor del director con montajes y secuencias dignas de recordar, como las de la resistencia inicial de los espartanos en el estrecho paso entre montañas o la escena de la tormenta destruyendo los barcos Persas, que nos movía por la euforia de los guerreros, los desastres en los barcos y la serenidad de Leonidas. La Banda Sonora de Tyler Bates no decepciona como nunca lo hacen los film Hollywoodenses, independientemente de la calidad de estos. El empleo de música rock – o de sonoridad bien parecida – para determinadas escenas de combate es algo no novedoso pero que siempre es agradecido, así como el resto de la música incidental es muy bien empleada y de excelente factura.

Aceptable pero no admirable resulta la utilería, de menor factura que Troya aun cuando reciclo armas y escudos de esta y de Alejandro. Las vestiduras – para los que tuvieron la dicha de que el Director les otorgase el privilegio de no aparecer semidesnudos en el film – recrea muy bien los tejidos de la época pero no los estilos como sucede con los vestidos de la Reina Gorgo de Esparta (Lena Headey) más acorde con las ceremonias de entrega de los Oscar que con la Esparta de Termópolis. Abría que preguntar a al Director de donde saco la absurda idea de desarmar a los espartanos de sus clásicas armaduras, que según la historia fue precisamente estas y su formación en falanges su mejor carta para esta batalla, obligándonos a ver peleas encarnizadas entre 300 pectorales de gimnasio y silicona desnudos con las innumerables y bien vestidas tropas Persas ¿Imagino que tal desnudes no fue por falta de presupuesto?

En cuanto a las escenas de combate y al empleo en ellas y en general de los efectos especiales no es nada nuevo por lo que no asombra su calidad y su poca credibilidad o imaginación. Las coreografías de combate, una vez más alejadas de las técnicas reales de ambos contendientes en la época - mal que ya vimos en Troya -, logran en cambio mantenernos en tensión y sobresaltarnos por su perfecta planificación y montaje, denotan que al menos se preocuparon en que este tema fuese sobresaliente. Mientras que de los efectos especiales lo mejor logrado en es la escena de la primera escaramuza entre las fuerzas contendientes donde el empleo del llamado Tiempo Bala y las transiciones entre las cámaras lentas y las aceleraciones de las acciones se logran de manera tan precisa como buen bordado. Los efectos son por mucho el real protagonistas del film y como me dijo otro amigo: son tan buenos como los de una película de ciencia ficción. Lo que no creo que sea gran elogio para un film que se anuncia como histórico.

Pero pese a estas pocas perlas 300 sigue siendo un desastre, una mediocridad y un manejo turbio y descarado de la historia desde el título hasta los créditos finales. De tres veces que he visto la película para poder preparar este trabajo solo he sacado dos cosas en claro, mi idea de que 300 es un film racista, belicista e imperial que solo promociona el odio y la mentira del gobierno de los Estados Unidos y la sensación de que en tres ocasiones perdí mi tiempo miserablemente. Quizás de una forma mejor lo dijo el New York Times cuando en una crítica a la película dijo que era igualmente de sangrienta que Apocalypto (Mel Gibson) pero el doble de estúpida, o mejor aun lo hallan hecho la prensa el Festival de Cine de Berlín cuando en una presentación especial la mayoría de los espectadores abandonaron la sala y los pocos que se quedaron abuchearon hasta morir cuando cayeron los créditos.

Por mi compromiso personal con la verdad y mi gusto por el cine no puedo decir que la película me gusto, no puedo siquiera decir que es aceptable aunque esto supongo que a mi amigo mis criterios no les sean afines. Como suelen decir para gustos se han hecho los colores, pero para el buen cine no se hizo 300. Mientras escribo y este falsa Batalla de Termopolis sigue recorriendo el mundo solo puedo pensar en los jóvenes que nunca se han aproximado a un libro porque el cine y la TV les coloca todo de manera masticada, pero también viciada, para ellos la cosa es peor. Mi amigo que es alguien culto sabe donde esta la trampa y, pese a todo, no cae profundo en los cantos de sirena de este film, apenas si chapoleta un poquito ¿Pero como le explicamos a los chicos? ¿Quién les hablará de las Guerras Médicas entre griegos y persas? ¿Me creerán si les digo que es imposible que fueran 300 hombres porque ningún guerrero de Esparta acudía a la batalla sin dos siervos a su servicio, mucho menos sin el apoyo de un grupo de sus comunes aliados, por lo que el conteo final de bajas griegas fue 300 espartanos, 700 tespianos y entre 500 y 1000 aliados, lo que evidentemente muestra que jamás fueron 300 soldados en batalla y que el número en cuestión solo hace mención a la guardia personal de Leonidas? No lo creo, de hecho dudo que hasta el propio Snyder entienda lo que hizo con la historia cuando leo que declaro sobre su película, y cito: “...Los sucesos son correctos en un 90 por ciento. Es sólo en la visualización que se aloca… Les he mostrado la película a historiadores de clase mundial que han dicho que es impresionante. No pueden creer que sea tan precisa como lo es.” Continúa diciendo que el filme es “una ópera, no un documental”.

Me pregunto a que clase de historiadores se refiere porque a los historiadores del país donde trascurren los hechos no coinciden con sus criterios. De hecho dicen que ni siquiera la prosa sensacionalista de Herodoto, cuyos textos supuestamente se usaron para escribir el guión, fue tan imprecisa con la verdad. Herodoto, a quien muchos consideran más que el primer historiador el primer periodista, manejo a su gusto los números del ejercito de Jerjes pero no pudo por lógica y por su condición de historiador falsear la verdad a los niveles en que lo hace el film, imagino entonces que los historiadores a los que Snyder mostró su obra sean compañeros de Universidad de Bush que no es capaz de saber que la Tierra ya forma parte de sistema solar. El futuro peligra si permitimos crímenes artísticos históricos como el de 300.

Ciertamente el arte no es solo para instruir sino también para divertir, pero la única función que no puede ser asignada al arte es destruir y mentir, eso no, eso no es arte es basura y al igual que la basura es altamente contaminante.

Ciudad de la Habana, Cuba

J.D.G (Manu)

13/04/07

8 comentarios:

rogerdv dijo...

Es Termópilas. Y mejor remite a los niños a la Wikipedia, donde al menos el conteo es más preciso (300 hoplitas espartanos+500 hoplitas de otra ciudad que no recuerdo ahora), aparte de los obvios siervos que acompañaban a los espartanos. Y de ñapa aparece una imagen de cómo debería verse un hoplita con escudo y coraza.

J.D.G (Manu) dijo...

Estimado Roger tu conocimiento de la Grecia antigua es impreciso por mucho. Solo para que entiendas a lo que me refiero:

1. los hoplitas son todos espartanos, son por así decirlo, sinónimos, como es igual decir aqueos cuando hablas de los griegos helénicos o Ilión cuando hablas de Troya - por eso el poema de Homero se llama la Iliada y no la Troyada -

2. en cuanto al conteo de Wikipedia, no es del todo preciso porque si leyeras mejor notarias que el artículo de la enciclopedia solo hace referencia a lo escrito por Herodoto y omite los propios datos de los Persas y de otros recopiladores de la época - porque el termino historiador no existía aun -

En cuanto a como luciría un guerrero espartano de la época creo que lo mejor es remitir a quien quiera saber a los libros de Historia de la Grecia Antigua que es de dos tomos y el autor es un americano, que lamento no recordar ahora pero que si lo deseas te busco el nombre.

Pero en resumen de cuentas la esencia es una película mediocre y estúpida lo peor es que toma la historia para semejante uso.En cuanto a el nombre del lugar de la Batalla acepto la critica es un error tipográfico.

Xesús Conde dijo...

uff, parece que por ahí por Cuba se os ha pegado mucho la perorata de Fidel de Bla, bla, bla, para no decir nada de nada. Desde luego si alguien quiere saber que no es arte que sea tu farragoso, confuso y machacón artículo. Sólo decir que hoplita era el soldado de a pie griego fuera espartano, ateniense o corintio. Dicho eso, parece que como el Fidel también te gusta hablar mucho de cosas de las que no tienes ni idea.

J.D.G (Manu) dijo...

jesus-eduardo si el conocimiento de roger sobre grecia era limitado el tuyo en cuanto arte e historia es totalmente nulo.

No voy a entrar en discusiones políticas pero lamento tus errores de concepto sobre personalidades como el comandante en jefe, pero nada más que por decir pudiera mencionanr el bla bla bla de fantoches como Aznar.

en cuanto a lo de que los hoplitas son griegos de a pie bueno te recomiendo que revices los libros, los griegos en batalla generalmente eran todos de a pie, pues el uso de los carros de combate en grecia no fue tan estendido como en roma. Si bien Alejandro Magno sí los usó con sabiduría contra las tropas de Darío - que era Persa al igual que Jerjes I-.

Pero si a quien quisiste hacer referencia fue a los siervos espartanos, son hilotas. Esparta que era la segunda Polis del Mundo Griego, dividía su sociedad en tres calses como en toda grecia solo que allí les llamaban como sigue:

1.espartiatas u Homoioi (los iguales). Espartanos de pleno derecho.
2.Periecos. No son ciudadanos, pero se encargan de la vertiente artesanal y comercial de la economía.
3.Hilotas. Esclavos. Se trata del escalón más bajo de la sociedad espartana.

Pero dudo que entiendas algo tu de historia y de lo que es la verdad así que mejor hago como dice un amigo y no le hago caso a los HILOTAS COMO TÚ que andan por la red - por si no entendistes el chistes intenta usar en esta ocasión el cerebro-.

DANIEL JIMENEZ T. dijo...

Oye Juan, tu si que te sabes defender de estos orates de internet, que critican sin argumentos o lo que es peor sacados de la misma internet, que agarren un libro de verdad, como se nota que lo has hecho tu y que mejor critiquen el último partido de futbol que vieron en la TV, me agrada tu blog y tus excelentes comentarios.

J.D.G (Manu) dijo...

Daniel muchas gracias por tu apoyo y por demostrar que aun hay gente sensata e inteligente en este mundo.

Como bien dices, y como dijo otro gran Griego en su momento, Lo importante es aprender porque si solo si sabe se puede distinguir el bien.

Internet es sin duda una herramienta muy útil pero igualmente peligrosa, sus contenidos muchas veces están viciados por la opinión de los que pretenden engañar y manipular con fines de todo tipo.

Como tu dices, que acudan a los libros y no a los cuentos de camino.



Un saludo y un abrazo

vice x dijo...

me gustan tus articulos que pena que no tenga tiempo.. pero t cuento vivo en tulua y coordino un cine club, y me encanta el cine podemos compartir informacion, que interesante, con daniel me ubicas en el blogg, tambien soy director de teatro y tengo algunas obras que han participado en festivales... vice x

Anónimo dijo...

c-hinga tu madre manu:P...jejejeje...solio porke me gusto la pelikula